miércoles, 2 de marzo de 2016

La enseñanza de la ingeniería

John Freddy Duitama. Ph.D.
Tenemos una larga tradición en enseñanza de la ingeniería que por supuesto debemos conservar; pero también es cierto que hay una serie de factores que requerimos mejorar si deseamos disminuir la deserción y mejorar el perfil y las competencias de nuestros egresados.
En el Encuentro Internacional de Educación en Ingeniería 2016 de ACOFI se establecieron cuatro áreas de atención para las facultades de ingeniería: los procesos de enseñanza y aprendizaje, el desarrollo curricular, la evaluación de la enseñanza en el aula y la calidad y acreditación. Según las conclusiones del evento, en los procesos de enseñanza se nota una clara tendencia al aprendizaje basado en problemas, al empleo cada vez mayor de tecnologías de la información  y una integración de los retos de la vida real en el aula.
Nuestra propuesta va encaminada a poner en marcha algunas estrategias para mejorar el modelo de enseñanza presencial, en donde el profesor y el aula de clase son factores claves; lo que no va en contravía con incentivar la modalidad de auxiliares de docencia como lo hacen muchas universidades en el mundo  y en hacer uso de las TIC cuando éstas sean pertinentes.
A continuación, enumero una serie de propuestas que apuntan a resolver algunos de los problemas detectados:
La nivelación de los estudiantes que ingresan a la Facultad y que traen vacíos en su formación. Según estudios del Ministerio de Educación esta es la principal causa de deserción para estudiantes de ingeniería. La estrategia propuesta es  desarrollar un conjunto de cursos virtuales asíncronos para que el estudiante que pasa el examen de admisión haga los refuerzos que requiera antes de iniciar su primer semestre; esta iniciativa puede contar con la asistencia de auxiliares de docencia de la universidad o incluso con los profesores de sus colegios de origen.
Los vacíos de orientación profesional de los aspirantes a la Universidad. Según estudios del Ministerio de Educación esta es otra de las principales causas de deserción. La estrategia es flexibilizar los requisitos para que un estudiante cambie de programa en los primeros semestres; este cambio de programa debe contar con la debida asesoría y orientación profesional desde la unidad de bienestar universitario. En algunas universidades se recibe al estudiante a ingeniería y solo dos o tres semestres más tarde este selecciona el programa específico que desea desarrollar.  
Seguimiento personalizado a los estudiantes con dificultades en su rendimiento académico. La propuesta es retomar las experiencias de otras facultades, para que desde la unidad de bienestar universitario se perfilen las características socio-económicas y académicas de los estudiantes y se elabora un sistema de alertas tempranas que permitan detectar los estudiantes con riesgo de salir de la universidad y realizar con ellos un acompañamiento más cercano.
Desarrollo de los cursos masivos de los primeros semestres.  Apoyados en los profesores de más alto nivel de formación y capacidad docente, la estrategia es diseñar y realizar cursos online, asíncronos e interactivos que el estudiante pueda seguir en cualquier momento sin restricciones de tiempo y lugar. En esta modalidad el estudiante puede ver la clase varias veces, resolver preguntas de manera interactiva durante el desarrollo de la clase, y participar de foros virtuales y talleres presenciales para reforzar sus conocimiento.   Nótese que estos cursos deben contar con auxiliares de docencia para acompañar los talleres presenciales, realizar la asesoría presencial y conducir  los foros virtuales donde el estudiante indaga sobre sus dudas.
El alto porcentaje de reprobados y de cancelaciones en los cursos básicos. Esta cifra supera el 50% en nuestra Facultad, como se muestra en el cuadro 1. La propuesta es hacer seguimiento muy de cerca a estos cursos en coordinación con ciencias exactas, pues la formación en los primeros semestres es también nuestra responsabilidad; los contenidos deberán adecuarse con ejemplos que muestren aplicaciones en ingeniería; los exámenes requieren ser validados por un equipo de profesores antes de ser propuestos a los estudiantes y la metodología de enseñanza debe contar con los profesores más competentes y de mayor experiencia.  
Cuadro 1: # de estudiantes que cancelan o pierden cursos del tronco común.
Semestre
Matriculados
Cancelaciones
% Cancelaciones
Reprobados
% Reprobados
2013-1
10039
2588
25,8%
2746
27,4%
2013-2
7226
1708
23,6%
826
11,4%
2014-1
10820
3078
28,4%
2975
27,5%
2014-2
10327
2789
27,0%
2851
27,6%
2015-1
9978
2599
26,0%
2768
27,7%
2016-1
11774
2344
19,9%
3095
26,3%
Total
60164
15106
25,1%
15261
25,4%
Fuente: Mares
En algunos cursos de física la suma de perdedores más canceladores llega al 60%.
Adicionalmente, se puede pensar en adoptar un esquema de evaluación para estos cursos básicos como el que ya desarrollan algunas universidades europeas. En este esquema, el estudiante define cuando está preparado para presentar los exámenes. Lo que requiere de una logística que permita, desde un banco de preguntas almacenadas en una plataforma TIC, generar exámenes individualizados y contar con salones de clase y horarios disponibles en los que el estudiante pueda hacer la prueba bajo la vigilancia de auxiliares de docencia y profesores.
Mejorar y complementar las prácticas de laboratorio. Algunas de las prácticas de laboratorio -especialmente en algunos cursos básicos- se pueden simular en el computador para que el estudiante puede apreciar de cerca los fenómenos que indaga. En la enseñanza de la física hay varias experiencias como las que describo que el lector interesado puede indagar en revistas especializadas. Esta es una manera de obviar el problema de los equipos obsoletos o descalibrados o la falta de insumos, tan comunes en muchos de los laboratorios de docencia. No sobra dejar en claro que esta modalidad no cubre todo el universo de prácticas de laboratorio requeridas para la formación de un ingeniero, solo las complementa. Es decir, no abogamos por desaparecer los laboratorios presenciales en todos los casos que lo ameriten.
Vacíos en el uso del computador como herramienta para el diseño, simulación y construcción de soluciones. Las herramientas computacionales son claves en la formación del ingeniero, la simulación de fenómenos, el diseño asistido por computador, el manejo de paquetes estadísticos, los paquetes de análisis matemático, entre otros.  El software de uso libre es una oportunidad de bajo costo que permite hacer masiva la apropiación de este tipo de paquetes. Igualmente, hay que pensar en mejorar las habilidades de programación de todos los ingenieros que formemos.
Ampliar oferta de cursos para materializar las iniciativas de currículo flexible, movilidad estudiantil y cursos opcionales. Algunos de los cursos de alta calidad que hoy se encuentran en las plataformas internacionales, podrían ser reconocidos como materias del plan de estudio. Se requiere que previamente sean aprobados por los comités de currículo, y tener un acuerdo con estas iniciativas, así  como una clara estrategia de tutoría y evaluación presencial desde la universidad.
En la misma línea de ampliar la oferta de cursos se pueden ofrecer cursos de verano con profesores internacionales en áreas en donde carecemos de docentes,  con visitantes extranjeros traídos por los grupos de investigación, que además  de compartirnos sus conocimientos en un tópico especializado de conocimiento serán la oportunidad para que nuestros estudiantes se vean exigidos en dominar una segunda lengua.
Egresados más competitivos para el mercado laboral. Para lograr este propósito se requiere, entre otras cosas, reforzar las habilidades de los futuros ingenieros en  gestión de proyectos, incentivar las dobles titulaciones y  crear líneas de énfasis dentro de los programas.
Igualmente, se hace imperativo introducir en los planes de estudio actividades orientadas al emprendimiento y al desarrollo de una mentalidad innovadora. Iniciativas como los campamentos de emprendimiento, en donde empresas de la ciudad plantean retos de la vida real y un grupo interdisciplinario de estudiantes diseña posibles soluciones a estos retos, son un buen ejemplo del tipo de actividades que nuestros estudiantes pueden desarrollar  y que deberíamos incentivar asignándoles valor en créditos dentro del plan de estudios.


La industria 4.0 y la Universidad.

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